Magnetismo visual
'Carol' hace gala de su magnetismo desde el mismo momento en el que vemos como Rooney Mara mira a Cate Blanchett cuando entra en la tienda. A partir de ahí, nos vemos envueltos en una clásica historia de dos personas que se cruzan y conectan. Un flechazo en toda regla que se apoya en la fuerza de sus dos actrices principales, en los silencios y en las miradas que dicen mucho más que eternas líneas de guión.
Dirigida por Todd Haynes ('Lejos del cielo', 'Velvet Goldmine') y con guión de Phyllis Nagy sobre la novela 'El precio de la sal' de Patricia Highstmith, 'Carol' es una envolvente historia de amor entre dos mujeres, que se mueve entre el cine clásico y que guarda un toque de road movie ya entrado su segundo tramo. Algo así como si Thelma y Louise viajasen atrás en el tiempo.
Dos mujeres que conectan y se complementan decididas a vivir una aventura. Dos mujeres excelentemente interpretadas por el dúo Blanchett/Mara que goza de una química sobresaliente, algo que aprovecha en todo momento Todd Haynes para recrearse en los pequeños gestos de sus protagonistas acompañado por una atmósfera cargada de poesía a la que contribuye, sin duda, la fotografía de Edward Lachman.
Ocurre que en medio de este drama romántico ambientado en la década de los 50 nos topamos con problemáticas perfectamente aplicables a los tiempos actuales, donde sobresale ese tratamiento del lesbianismo y el rechazo social al amor entre personas del mismo sexo.
Sin ser un gran amante de este tipo de melodramas, pocas pegas se le pueden poner a 'Carol' en los apartados técnicos. Desde la fotografía al vestuario, la sutileza poética de la película es de una gran belleza audiovisual.
Quizá si podamos achacarle un exceso de pasión contenida entre las protagonistas. Un modo de mostrar su relación que puede no encajar en los gustos populares, sobre todo porque puede dejar frío a parte del público ante su desequilibrio para emocionar en algunas fases. Pero eso no quita para que en su conjunto, 'Carol' sea un más que recomendable drama de una factura impecable.
Dirigida por Todd Haynes ('Lejos del cielo', 'Velvet Goldmine') y con guión de Phyllis Nagy sobre la novela 'El precio de la sal' de Patricia Highstmith, 'Carol' es una envolvente historia de amor entre dos mujeres, que se mueve entre el cine clásico y que guarda un toque de road movie ya entrado su segundo tramo. Algo así como si Thelma y Louise viajasen atrás en el tiempo.
Dos mujeres que conectan y se complementan decididas a vivir una aventura. Dos mujeres excelentemente interpretadas por el dúo Blanchett/Mara que goza de una química sobresaliente, algo que aprovecha en todo momento Todd Haynes para recrearse en los pequeños gestos de sus protagonistas acompañado por una atmósfera cargada de poesía a la que contribuye, sin duda, la fotografía de Edward Lachman.
Ocurre que en medio de este drama romántico ambientado en la década de los 50 nos topamos con problemáticas perfectamente aplicables a los tiempos actuales, donde sobresale ese tratamiento del lesbianismo y el rechazo social al amor entre personas del mismo sexo.
Sin ser un gran amante de este tipo de melodramas, pocas pegas se le pueden poner a 'Carol' en los apartados técnicos. Desde la fotografía al vestuario, la sutileza poética de la película es de una gran belleza audiovisual.
Quizá si podamos achacarle un exceso de pasión contenida entre las protagonistas. Un modo de mostrar su relación que puede no encajar en los gustos populares, sobre todo porque puede dejar frío a parte del público ante su desequilibrio para emocionar en algunas fases. Pero eso no quita para que en su conjunto, 'Carol' sea un más que recomendable drama de una factura impecable.
0 comentarios:
Publicar un comentario