De Alfred Hitchcock se ha dicho y se ha escrito de todo, incluyendo ese indispensable libro para cinéfilos que es El cine según Hitchcock, de François Truffaut. Pionero de muchas de las técnicas que mantienen ahora a una buena película de suspense, Hitch mantuvo en vilo a un buen puñado de generaciones con sus historias, narró asesinatos y crímenes perfectos, logró que el grito de Janet Leigh en la ducha se extendiera más allá de los confines del Motel Bates, sacó del ostracismo al voyeur que llevamos dentro, nos hizo sentir la muerte pegada a nuestros talones, convirtió a un puñado de pájaros en la amenaza más mortífera, nos transformó en espías durante unas horas, nos hizo sentir nostalgia de aquel lugar que era Manderley, en el que nunca habíamos estado, y sentimos vértigo junto a James Stewart. Mucho vértigo. El maestro del suspense, a través de una basta filmografía, conformó los códigos del thriller moderno a través de tramas abordadas con el psicoanálisis, de connotación sexual atrevida y de un manejo de la tensión que viajaba de las historias más intrincadas a las propuestas que enganchaban a partir de su famoso Macguffin. Sería difícil hacer un top de sus mejores películas, que era la idea principal, así que en este post opto, por orden cronológico, en destacar diez de sus películas imprescindibles. ¿Cuáles son las vuestras?
1. El hombre que sabía demasiado (1934 y 1956)
Una de las cintas de espionaje de Alfred Hitchcock de su etapa británica a la que daría color y algún que otro cambio ya en Hollywood en 1956.
Interpretada en su primera versión por Leslie Banks, Edna Best y Peter Lorre y en su remake por James Stewart y Doris Day, cuenta la historia de una pareja que durante un viaje de vacaciones conocen a Louis Bernard, un extraño hombre que, antes de morir, pide al marido que entregue unos importantes documentos a las autoridades. La revelación del misterioso hombre en su agonía pone en marcha todo el mecanismo hitchcokiano: Bernard es en realidad un espía que intenta desbaratar una conspiración para asesinar a una importante personalidad británica.
2. Los 39 escalones (1935)
Basada en la novela de John Buchan, es otra de las grandes películas de Hitchcock sobre espionaje y conspiraciones. Interpretada por Robert y Madeleine Carroll, es una de esas cintas en las que uno de los protagonistas resulta ser un agente de inteligencia en peligro tras descubrir una peligrosa conspiración que tiene como objetivo robar unos importantes documentos con secretos militares del Reino Unido. En la sombra, como cerebro del complot, un hombre con la punta del dedo cortada que dirige una misteriosa organización llamada "Los 39 escalones".
Aunque hay otras tres versiones cinematográficas de la novela de Buchan -la más reciente de 2008 dirigida por James Hawes- la película de Alfred Hitchcock fue y sigue siendo la más aclamada.
3. Rebeca (1940)
"Anoche soñé que había regresado a Manderley". Con esta frase se inicia la primera de las películas que Alfred Hitchcock rodaba en Estados Unidos y que ganaría dos Oscar (mejor película y mejor fotografía). Basada en la novela homónima de Daphne du Maurier e interpretada por Laurence Olivier y Joan Fontaine, guarda algunos puntos en común con su reivindicada obra Vértigo.
Cuando Maximilian De Winter rehace su vida tras perder a su mujer Rebeca, dada por muerta y desaparecida en la costa, regresa a Manderley para empezar de cero. Pero el espíritu de la señora De Winter sigue estando muy presente y una serie de hechos que desembocarán en el descubrimiento del cadáver de Rebeca desvelerán una serie de ocultos secretos.
Además de los Oscar con los que se alzó, obtuvo otras 9 nominaciones, entre ellas la de mejor director para Hitchcock. Y sí, en España, debido al éxito de la película comenzamos a llamar "rebeca" al tipo de chaqueta que luce Joan Fontaine.
Alimentando más el mito de la película -hay un buen puñado de anécdotas sobre ella- Hitchcock fue vigilado por el FBI por una serie de investigaciones realizadas para la película, entre ellas una entrevista con un científico para saber algo más sobre el uranio y la bomba atómica.
Rodada con apariencia teatral -a través de un interminable y falso plano secuencia- y seguida de una gran controversia en la época -por la homosexualidad evidente de sus protagonistas- está interpretada por, una vez más, James Stewart, quien realiza un impresionante papel. Tras estrangular a un compañero de la facultad, dos brillantes universitarios, Brandon y Phillip, esconden el cadáver en un arcón en el que se servirá una cena de reunión a la que acudirán el padre y la tía del muchacho asesinado, su novia, uno de sus mejores amigos y el profesor Rupert Cadell, cuyas teorías han llevado a Brandon y a Phillip a cometer el crimen.
Con James Stewart y la bella Kim Novak, cuenta la historia de Scottie Ferguson, un detective retirado que sufre de acrofobia y vértigo, quien es contratado por un viejo compañero de estudios para vigilar a su esposa Madeleine. La mujer, que parece estar poseída por el espíritu de su bisabuela, Carlota Valdés, muerta cien años antes, vive en un estado casi depresivo con tendencias suicidas.
Marion Crane, decidida a vivir un futuro con su novio Sam Loomis, huye de la inmobiliaria en la que trabaja con 40.000 dólares. Debido a una tormenta, Marion se ve obligada a parar en el misterioso motel Bates, donde el encargado, Norman Bates, le alquilará una habitación para pasar la noche. El resto, como suele decirse, es historia. Interpretada por Anthony Perkins, Janet Leigh y Vera Miles, la película fue una tremenda sacudida para la época. Tras la muerte de Hitchcock en 1980, Universal Pictures continúo con el universo de Psicosis: aparecieron tres secuelas, el remake de Gus Van Sant, un telefilm y una serie de televisión.
Interpretada por Tippi Hedren, es otra de las cintas en las que Hitch abordó el terror, en esta ocasión a través de una incontrolable naturaleza. Sin música incidental para hacer mucho más tenso el silencio, guarda alguna escena mítica y francamente realista, como el ataque de la gaviota a Tippi Hedren.
Basada en la novela Goodbye Piccadilly, Farewell Leicester Square, de Arthur La Bern, e interpretada por Jon Finch, cuenta la historia de un asesino psicópata que viola y estrangula a sus víctimas. De nuevo con la baza del falso culpable rondando durante toda la película, Hitchcock deja aquí una de sus últimas obras maestras antes de dirigir La trama (1976), con alguna escena memorable como la que acontece en el camión que, además de patatas, esconde también un cadáver.
Cuando Maximilian De Winter rehace su vida tras perder a su mujer Rebeca, dada por muerta y desaparecida en la costa, regresa a Manderley para empezar de cero. Pero el espíritu de la señora De Winter sigue estando muy presente y una serie de hechos que desembocarán en el descubrimiento del cadáver de Rebeca desvelerán una serie de ocultos secretos.
Además de los Oscar con los que se alzó, obtuvo otras 9 nominaciones, entre ellas la de mejor director para Hitchcock. Y sí, en España, debido al éxito de la película comenzamos a llamar "rebeca" al tipo de chaqueta que luce Joan Fontaine.
4. Encadenados (1946)
Cary Grant e Ingrid Bergman en una película inolvidable que es para François Truffaut, gran conocedor de la obra de Hitch, su mejor película. Estilo Hitchcock puro y duro -guarda una secuencia fascinante-, eleva la tensión a su máximo exponente proponiendo una trama de espías que en realidad es una apasionante historia de amor. Todo se desencadena cuando Alicia Huberman conoce en una fiesta a Devlin, quien en realidad es un agente federal que le propondrá una peligrosa misión: destapar a un peligroso espía nazi refugiado en Brasil.Alimentando más el mito de la película -hay un buen puñado de anécdotas sobre ella- Hitchcock fue vigilado por el FBI por una serie de investigaciones realizadas para la película, entre ellas una entrevista con un científico para saber algo más sobre el uranio y la bomba atómica.
5. La soga (1948)
Primera de las películas de Alfred Hitchcock en color y adaptación de la obra teatral Rope de Patrick Hamilton, que guardaba demasiadas similitudes con un caso real: el de la muerte de Bobby Frank a manos de Nathan Freudenthal y Richard Loeb.Rodada con apariencia teatral -a través de un interminable y falso plano secuencia- y seguida de una gran controversia en la época -por la homosexualidad evidente de sus protagonistas- está interpretada por, una vez más, James Stewart, quien realiza un impresionante papel. Tras estrangular a un compañero de la facultad, dos brillantes universitarios, Brandon y Phillip, esconden el cadáver en un arcón en el que se servirá una cena de reunión a la que acudirán el padre y la tía del muchacho asesinado, su novia, uno de sus mejores amigos y el profesor Rupert Cadell, cuyas teorías han llevado a Brandon y a Phillip a cometer el crimen.
6. La ventana indiscreta (1954)
James Stewart y Grace Kelly en una película de referencia e imitada hasta la saciedad. Basada en el cuento It Had To Be Murder, de Cornell Woolrich, sigue siendo una de las películas más recordadas y reverenciadas de Alfred Hitchcock. Cuando el fotógrafo L.B. Jefferies sufre un accidente, se ve obligado a guardar reposo en casa con la pierna escayolada. Cuando el aburrimiento hace mella, se dedica a sacar su faceta de voyeur y ayudado por unos prismáticos y su cámara de fotos se dedicará a observar detenidamente lo que ocurre en el edificio de enfrente. Pero ocurre que hay un vecino que comienza a levantar sus sospechas y le lleva a pensar que se ha cometido un crimen.7. Vértigo (1958)
Una de las películas más valoradas de la filmografía de Hitchcock que le valió la Concha de Plata en San Sebastián -donde se estrenó mundialmente- al mejor director y que estuvo nominada a dos Oscar. Basada en la novela Sudores fríos: de entre los muertos, de Pierre Boileau y Thomas Narcejac, la película aborda los temas de la obsesión, la fragilidad psicológica y la naturaleza del amor y fue elegida en 2012 como la mejor película de todos los tiempos por delante de Ciudadano Kane.Con James Stewart y la bella Kim Novak, cuenta la historia de Scottie Ferguson, un detective retirado que sufre de acrofobia y vértigo, quien es contratado por un viejo compañero de estudios para vigilar a su esposa Madeleine. La mujer, que parece estar poseída por el espíritu de su bisabuela, Carlota Valdés, muerta cien años antes, vive en un estado casi depresivo con tendencias suicidas.
8. Psicosis (1960)
Obra maestra entre las obras maestras, Psicosis sigue siendo la referencia indispensable del terror moderno y uno de los motores para la expansión del posterior subgénero conocido como slasher. Basada en la novela homónima de Robert Bloch, inspirada en los crímenes del asesino en serie Ed Gein, fue una vuelta de tuerca a su filmografía tras digirir Con la muerte en los talones (1959). Nominada a cuatro Oscar -entre ellos el de mejor director- contiene uno de los más famosos Macguffin de la historia, la mítica escena de la ducha, una banda sonora legendaria y la ruptura total de los cánones establecidos para la inmensa mayoría de las películas. Alfred Hitchcock se cargaba a la protagonista a la media hora de película.Marion Crane, decidida a vivir un futuro con su novio Sam Loomis, huye de la inmobiliaria en la que trabaja con 40.000 dólares. Debido a una tormenta, Marion se ve obligada a parar en el misterioso motel Bates, donde el encargado, Norman Bates, le alquilará una habitación para pasar la noche. El resto, como suele decirse, es historia. Interpretada por Anthony Perkins, Janet Leigh y Vera Miles, la película fue una tremenda sacudida para la época. Tras la muerte de Hitchcock en 1980, Universal Pictures continúo con el universo de Psicosis: aparecieron tres secuelas, el remake de Gus Van Sant, un telefilm y una serie de televisión.
9. Los pájaros (1963)
Los entrañables pajaritos dejan de serlo una vez vista esta película de Hitchcock. Basada en la novela corta de Daphne du Maurier, a la que ya había adaptado en Rebeca, que al parecer estaba inspirada en un suceso real, cuenta con unos vistosos efectos especiales que recibieron un Oscar.Interpretada por Tippi Hedren, es otra de las cintas en las que Hitch abordó el terror, en esta ocasión a través de una incontrolable naturaleza. Sin música incidental para hacer mucho más tenso el silencio, guarda alguna escena mítica y francamente realista, como el ataque de la gaviota a Tippi Hedren.
10. Frenesí (1972)
Ya de vuelta al Reino Unido, Frenesí supondría la penúltima película de Hitchcock como director y es una de sus obras más retorcidas, llena de violencia pero también de humor y de unos brillantes diálogos.Basada en la novela Goodbye Piccadilly, Farewell Leicester Square, de Arthur La Bern, e interpretada por Jon Finch, cuenta la historia de un asesino psicópata que viola y estrangula a sus víctimas. De nuevo con la baza del falso culpable rondando durante toda la película, Hitchcock deja aquí una de sus últimas obras maestras antes de dirigir La trama (1976), con alguna escena memorable como la que acontece en el camión que, además de patatas, esconde también un cadáver.
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