Minessota, 1990. El detective Bruce Kenner (Ethan Hawke) es el responsable de la investigación del delito de abusos sexuales de John Gray (David Dencik) sobre su hija Angela (Emma Watson). Ayudado por el psicólogo Raines (David Thewlis), deciden aplicar la hipnosis regresiva para intentar arrojar algo de luz sobre el caso. Los recuerdos que surgirán de la mente de los implicados llevarán a desenmascarar una serie de rituales perpetrados por una organizada secta satánica.
Lo más inquietante del regreso de Alejandro Amenábar a la dirección seis años después de su último trabajo (Ágora), es intentar comprender lo que llevó al cineasta español a firmar un thriller tan decepcionante como insulso, más propio de las sesiones de sobremesa de domingo de cualquier canal que de un director de su talento.
Bajo lo que intenta ser una atmósfera tenebrosa y asfixiante -a ratos dejándose llevar por los tintes de True Detective- Amenábar parte de una potente historia real para montar una cinta de suspense insípida y fallida de principio a fin que, para rematar la faena, está escrita por el propio Amenábar tras la marcha de Mateo Gil, guionista que venía firmando las anteriores películas del director (a excepción de Los Otros).
Tras su visionado queda claro que Regresión la
podría haber filmado cualquier director norteamericano de medio pelo,
lo que no dice nada a favor de un director que venía demostrando
competencia, independencia y mucha personalidad. Uno no empatiza lo más
mínimo con el detective al que da vida Ethan Hawke, y mucho menos con la
torturada Emma Watson, ridícula en todas y cada una de sus apariciones,
que afortunadamente son pocas. No sabemos absolutamente nada del muy
atormentado Bruce Kenner, salvo que el tío es muy competente en su
trabajo y desconocemos quien es esa joven que llora por los rincones,
tímida y desconfiada, por lo que el punto de arranque de la cinta nos da
exactamente igual. Es decir, que John Gray abusara sexualmente de
Angela, lo que debería servir para meternos en el meollo de la película,
nos la trae fresca, lo cual trastabilla bastante la complicidad con los
100 minutos restantes de metraje. Pero aún hay más. La extraña
necesidad de Amenábar de explicar y volver a explicar lo que sucede,
dejando a la vista del espectador cosas demasiado evidentes, anulan toda
posibilidad de mantener una tensión creciente en la trama. Los más
avispados entenderán de qué va el cotarro a los 20 minutos de la
película.
Desaprovechar
de tal manera algunos lugares del género -como ese misterioso granero
que apenas vemos un par de veces- y el intento de divagar sobre el miedo
haciéndolo más latente con un par de trucos poco efectistas y metidos
con calzador, desembocan en un final previsible donde lo racional -en
este caso la histeria colectiva- parece imponerse a lo misterioso en lo
que supone un patinazo en toda regla en la respetable filmografía de
Amenábar.
Título original: Regression / Año: 2015
Duración: 106 min.
Director: Alejandro Amenábar
Duración: 106 min.
Director: Alejandro Amenábar
Guión: Alejandro Amenábar
Producción: MOD, Himenóptero, First Generation y Telecinco Cinema
Fotografía: Daniel Aranyó / Música: Roque Baños
Intérpretes: Ethan Hawke, Emma Watson, David Thewlis, Aaron Ashmore, Devon Bostick, Dale Dickey, Aaron Abrams, Adam Butcher, David Dencik.
Producción: MOD, Himenóptero, First Generation y Telecinco Cinema
Fotografía: Daniel Aranyó / Música: Roque Baños
Intérpretes: Ethan Hawke, Emma Watson, David Thewlis, Aaron Ashmore, Devon Bostick, Dale Dickey, Aaron Abrams, Adam Butcher, David Dencik.
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